1. Creación del sitio web
Crear un sitio web implica diversas tecnologías, tanto para la generación de páginas HTML, como para el almacenamiento y acceso de recursos utilizados por éstas (como imágenes o documentos para descargas).
Un gestor de contenidos permite la creación de un sitio web sin necesidad de conocer ninguna de estas tecnologías o, a lo sumo, conocimientos básicos relacionados con la edición de páginas web. Principalmente, los relacionados con el formato de texto (negrita, cursiva, enlaces, etc.).
Al crear un sitio web con un gestor de contenidos, como un CMS WordPress, éste permite separar dos aspectos que, desde la perspectiva del usuario, están integrados: el diseño o aspecto visual del sitio web y el contenido de éste (tanto texto como imágenes).
En un gestor de contenidos, diseño y contenido son independientes. Esto significa que se puede cambiar el diseño del sitio web sin que afecte al contenido, que se sigue mostrando adaptado a las características del nuevo diseño.
Aunque los gestores de contenidos permiten introducir elementos de diseño dentro del contenido, deben evitarse en la medida de lo posible, puesto que un cambio del diseño del sitio web podría significar revisar todos los contenidos para eliminar o revisar esos elementos.
Por tanto, una de las primeras tareas al crear un sitio web con un gestor de contenidos suele ser definir, seleccionar o diseñar su apariencia visual. Lo que en el gestor de contenidos WordPress, por ejemplo, se denomina “tema” o “theme”, aunque distintos CMS Web pueden usar diferentes nomenclaturas.
Una vez elegido un diseño o tema, el gestor de contenidos proporciona las plantillas disponibles para este tema y, a través del interface del gestor, se puede introducir los contenidos que se mostrarán en los espacios reservados a tal efecto en esas plantillas.
2. Gestión y mantenimiento del sitio web
En la mayoría de los casos, un sitio web no es un ente estático, sino que crece y evoluciona con el tiempo, ya sea para incluir nuevas páginas web, con más contenidos, o para modificar los existentes.
Incluso sitios web, como los corporativos, que, en principio, se puede suponer que tendrán pocos cambios, suelen tener una sección de noticias o testimonios de clientes que deberían actualizarse con cierta frecuencia.
A través del gestor de contenidos, realizar esta actualización o mantenimiento de los contenidos tan solo requiere localizar la plantilla o tipo de contenido que se quiera crear o modificar, editar el contenido según corresponda y guardarlo, casi como si se tratara de un documento en un procesador de texto.
Por el contrario, si no se utilizara un Website CMS, en función de la complejidad de los cambios, podría ser necesario contratar un profesional para realizar esos pequeños cambios directamente sobre el código HTML, CSS o JavaScript de las páginas.
Asimismo, el gestor ofrece diversas utilidades para organizar las páginas web y buscar fácilmente los contenidos del sitio web, a través de un interface sencillo e intuitivo, sin necesidad de localizar los ficheros físicos en el disco duro ni conocer la estructura real en que están almacenados.
La misma consideración se extiende para el resto de recursos que utilice el sitio web (imágenes, documentos, vídeos, etc.): el CMS los gestiona y almacena, solo se tendrá que buscar y seleccionar cuando se necesiten.
La versatilidad del gestor de contenidos es tal que, en realidad, apenas hay diferenciación entre crear un sitio web y actualizarlo: todo se realiza a través del mismo interface (esto es, menús y formularios web) y las mismas utilidades.
3. Administración del sitio web y del propio CMS
En el momento de que se esté utilizando una herramienta adicional para gestionar un sitio web, se añade una nueva capa de configuración para administrar sus funciones y capacidades, además de otros aspectos relacionados con el funcionamiento del sitio web.
En principio, estas características son independientes del sitio web en sí y de su contenido y describen cómo se comportará o se gestionará en su conjunto.
Por otro lado, el propio gestor de contenidos, como cualquier otra aplicación informática, también dispone de sus propias opciones de configuración y administración, relacionados con su funcionamiento.
Asimismo, también se verá que los gestores de contenido permiten ampliar su funcionalidad a través de plugins o complementos que, a su vez, debe configurarse y administrarse, también a través del mismo interface del gestor. Por lo general, la configuración por defecto del gestor de contenidos es válida para la mayoría de los sitios web, sobre todo de pequeño tamaño.
Sin embargo, en el momento en que se añaden funcionalidades propias al sitio web mediante plugins, o se pretende optimizar algún aspecto en concreto del sitio web (por ejemplo, para el posicionamiento SEO), entonces hay que revisar cuidadosamente la configuración para ajustarla lo mejor posible.
Comentarios
Publicar un comentario